Suelos laminados


Los suelos laminados se componen de diferentes capas de varios materiales: láminas de melamina prensadas, paneles de fibras de alta densidad y distintas capas de refuerzo. Tienen una dureza y resistencia mayor que los suelos de madera y se presentan en multitud de acabados, ya sea imitando a los tradicionales suelos de parqué o a materiales como el cemento, la pizarra o la cerámica. Por su resistencia, precio y facilidad de instalación, son una alternativa muy adecuada para el suelo de tu hogar, oficina o comercio. 

Composición de los suelos laminados

Los suelos laminados están formados por capas que se acoplan a un panel de alta densidad. Los suelos laminados de calidad suelen constar de cuatro capas distintas:

- Una capa superior transparente que protege contra el desgaste, las manchas, los impactos y los productos químicos domésticos.
- Una capa de diseño con una fotografía de alta resolución de maderas reales o cualquier otro diseño, a la que se le aplica un acabado con resina.
- Un panel de fibra de alta densidad, extremadamente duradero y resistente, que actúa de núcleo.
- Una capa estabilizadora que garantiza un panel perfectamente nivelado y que se conservará correctamente.

Clases de uso de los suelos laminados 

- Clase 31. Uso doméstico intensivo o comercial moderado.
- Clase 32. Uso doméstico intensivo o comercial normal.
- Clase 33. Uso doméstico intensivo o comercial intensivo.
- Clase 34. Uso doméstico intensivo o industrial moderado.

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