El amarillo es un color muy positivo que nos recuerda al sol, la calidez, el verano… Se trata de un color que, sobre todo, se suele utilizar como acento en la decoración, pero también algunas veces vemos la pintura amarilla como total protagonista de un espacio. Tanto si quieres un color más fuerte para llamar la atención sobre una pared concreta o un tono pálido para pintar un espacio por completo, te damos algunas ideas para utilizar la pintura amarilla.
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Significado del color amarillo
Se asocia el amarillo a la diversión, la amabilidad y la creación. Es el color por excelencia de los optimistas, así que la pintura amarilla es perfecta para crear ambientes alegres. Aunque el amarillo desencadena reacciones positivas, entre ellas el aumento de la concentración, es recomendable utilizar la pintura amarilla en su justa medida. Algunas emociones negativas, como el estrés o la envidia, también están asociadas a este color. ¡Es cuestión de encontrar el equilibrio!
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Dónde utilizar pintura amarilla
Por sus características, la pintura amarilla nos parece perfecta para una habitación de estudio, un despacho o una oficina. Parece ser que es un color que ayuda a la memorización de datos y la concentración, ¿has podido comprobarlo? Sea cierto o no, para estudiar o trabajar siempre viene bien un poco de ánimo y el amarillo puede ayudar.
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En versión pastel, la pintura amarilla queda muy bien en las paredes de los dormitorios, ya sean de adultos o en una habitación infantil. Es un buen color para las habitaciones de bebés que huyen del rosa o el azul porque aporta calidez y combina muy bien con otros tonos.
Otro espacio perfecto para la pintura amarilla es la cocina. Suele ser el centro de nuestras casas, donde pasamos una gran parte del día cocinando o comiendo con nuestra familia. Con un toque de amarillo esa zona tendrá aún más vida y estará llena de alegría.
Cómo combinar la pintura amarilla
Un espacio sobrecargado de un color tan potente como el amarillo nos cansará pronto. Por eso es importante combinarlo con otros tonos menos llamativos que lo equilibren. El gris en todas sus tonalidades es un complemento perfecto para el amarillo.
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¿Quieres combinar el amarillo con otros colores más atrevidos? Crea contraste con colores joya, como morados, granates o azules intensos. Puedes incorporarlos en detalles como cojines, alfombras, maceteros o algún otro elemento decorativo que no sea permanente, para poder modificarlo fácilmente.
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Con colores pastel como el rosa o el azul también puedes combinar la pintura amarilla. En general, los tonos pálidos que funcionan como colores neutros son buenos acompañantes, ya que le darán al color amarillo su protagonismo natural.
¿Te atreves con la pintura amarilla?
