Elegir un color para pintar tus paredes puede complicarse bastante. ¿Y si el color que nos gusta no queda bien? ¿Qué factores hay que tener en cuenta? ¿Cómo elijo un tono de pintura para no tener que arrepentirme en uno o dos años? Son dudas que nos surgen cuando queremos salirnos del típico blanco para pintar nuestro hogar. Aunque no tenemos el secreto sobre cuál es el color perfecto para tus paredes, sí podemos darte algunos consejos sobre cómo elegir el color más adecuado. ¡Así la decisión será más fácil!
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Abre tu mente a distintos tonos
Hay una gama increíble de colores para pintar las paredes, más de los que podríamos imaginar. Empieza tu investigación viendo algunas fotografías de espacios que te gusten, cartas de color de distintas marcas y, lo más importante, pásate por una de nuestras tiendas para observar lo que podemos ofrecerte. Ten en cuenta que las muestras de color en fotos o por en la pantalla del móvil y el ordenador pueden diferir del color real, por eso es tan importante verlo en directo. Así empezarás a hacerte una idea de lo que te gusta sin cerrarte a otras opciones.
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Ten en cuenta la psicología del color
Hay multitud de tonos con los que puedes pintar tu casa dentro de la gama cromática. A grandes rasgos, podemos dividirlos en colores fríos y cálidos.
Los colores fríos son los que tienen en su composición más de un 50% de cyan, como los azules, verdes azulados y violetas (también azulados). Esta gama aporta tranquilidad, frescura, relajación… por lo que son colores ideales para dormitorios.
Los tonos cálidos tienen más de un 50% de amarillo o magenta. Entre ellos están los amarillos, naranjas, rojos y rosas. Estos colores son más energéticos y se asocian con la alegría o incluso la agresividad, así que te recomendamos utilizarlos con cuidado en las paredes de tu casa, al menos en sus versiones más saturadas.
Los colores neutros serían el blanco, negro y grises, pero en pintura muchas veces consideramos neutros los tonos que tienen una gran cantidad de estos colores. Por ejemplo, un gris con un ligero toque azulado o un beige, son mucho más fáciles de integrar que un azul chillón o un amarillo.
Considera el mobiliario para elegir el color de pintura de tus paredes
Además de lo mencionado anteriormente, cuando diseñamos una habitación, hay que considerar el conjunto completo. Para elegir el color de pintura de las paredes, debemos tener en cuenta otros elementos que nos pueden condicionar, sobre todo los muebles. Piensa en el resultado final, ¿si tienes un sofá naranja, combinaría con ese verde que te gusta para las paredes? ¿O resultaría demasiado llamativo? Coloca los colores que te gustan junto a las piezas de mobiliario para ver si el resultado es armonioso y evitar choques entre los distintos colores y estilos.
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Prueba la pintura en las paredes
Un color puede encantarte en la tienda o en las muestras, pero antes de comprometerte con él es importante que lo pruebes en tus paredes. La luz es muy importante en cómo percibimos los colores, así que consigue una muestra de tus tonos favoritos (no te limites a uno) y da unos buenos brochazos a cada una de las paredes. Así verás las diferencias de color según la luz que reciban y podrás observarlos también a distintas horas y en distintas condiciones de iluminación. ¡Porque te guste en una pared no quiere decir que te vaya a gustar en todas!
Elige pintura de calidad
La calidad de la pintura influye en el resultado final, tanto en el acabado como en el color. Escoge marcas de calidad, con pinturas que tengan una gran cantidad de pigmentos. Estas pinturas proporcionan mayor profundidad de color y responderán mucho mejor a los cambios de luz de tu casa (y, por supuesto, al uso).
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Si dudas… opta por el tono más claro (y el menos saturado)
Este consejo puede no ser válido para todos los casos, ya que hay colores oscuros increíbles y que quedarán genial si te atreves con ellos. Pero puestos a elegir entre dos tonos de pintura para tus paredes de tonalidades medias o claras, no es mala idea optar por el más luminoso de ellos. Lo mismo sucede con los tonos muy atrevidos, si dudas entre esos y uno menos saturado, inclínate por el menos llamativo. Cansarán menos a la vista y aportarán más luminosidad, por lo que a la larga es más difícil que te aburras de ellos.
En el peor de los casos, es solo pintura
Después de elegir la pintura de tus paredes, tenerlas pintadas y convivir con ellas… nadie puede controlar que te encante el color. Siempre piensa que es solo pintura y, a las malas, solo tendrás que pintar de nuevo. ¡Solo recuerda repetir todos los pasos anteriores para intentar no fallar!
Imagen destacada: Karolina Grabowska.