Ya te contábamos anteriormente que con pintura se pueden conseguir distintos acabados para tus muebles. Si te gusta el aspecto desgastado que encaja perfectamente en una decoración bohemia, rústica o romántica, presta atención a este sencillo paso a paso. Puede que te parezca arriesgado lanzarte a pintar tus muebles, pero una vez compruebes los resultados… ¡no podrás parar!
Lo primero que necesitamos es un mueble para transformarlo completamente. Las sillas, mesas o cómodas con muchas curvas y recovecos quedan espectaculares con un acabado desgastado porque tienen muchos salientes que dan juego a la hora de lijar. Si prefieres un acabado más discreto, los muebles con líneas rectas también quedarán geniales con un poco de menos desgaste.
En este caso, se ha escogido una mesa muy elaborada, así que veremos el efecto desgastado aplicado en todo su esplendor. El resto de materiales son:
- Pintura de dos colores diferentes (el segundo color es opcional, te explicamos más adelante)
- Cera para el acabado
- Brochas
- Lija de grano medio
- Paño para aplicar la cera
Antes de comenzar a pintar, limpia bien el polvo del mueble y líjalo ligeramente. Si trabajas con el Esmalte Acrylic Mate de Bruguer no te será necesario lijar, ya que se adhiere perfectamente a la superficie. Una vez limpio, aplica un par de capas de pintura del color que hayas escogido. Aquí puedes conseguir efectos muy distintos si eliges aplicar un solo color o dos diferentes. Si pintas con un tono, al lijar se verá el color del mueble original, mientras que si aplicas dos tonos uno sobre otro, puedes lijar la capa más superficial hasta que se vea el tono con el que has pintado debajo. ¡Tú elijes!
Si prefieres pintar con dos colores, ten en cuenta que si son colores similares conseguirás un efecto más sutil, mientras que dos tonos que contrasten proporcionarán un acabado bastante llamativo. Entre una capa y otra de color, deja que se seque completamente la anterior, sobre todo entre distintos tonos, para que no se mezclen entre ellos.
Ahora llega la parte más divertida. Cuando la pintura esté totalmente seca, coge la lija y comienza a desgastar los salientes para que quede un envejecido natural. Te recomendamos que empieces despacio lijando ángulos, curvas y esquinas para ir aumentando el desgaste poco a poco, ¡no queremos pasarnos! Varía la presión en distintas áreas para que el resultado quede más natural y ten en cuenta que cuantas más capas de pintura hayas aplicado, más tendrás que lijar para que se note el desgaste.
¿Ya lo tienes? Limpia muy bien todo el polvo que se ha desprendido del lijado y termina tu mueble con una capa de cera para protegerlo. Aplícala poco a poco con movimientos circulares y la ayuda de un paño hasta que quede perfecto. También hay ceras con color que pueden cambiar el aspecto de tu pintura, aunque te recomendamos hacer una prueba antes para ver el resultado final. Frota muy bien la cera para que quede uniforme y deja que tu nuevo mueble se seque durante la noche. ¡Terminado!
¿Te animas a probar el efecto #chalkpaint?